Con el fin de ofrecer a los enfermos un espacio digno para su tratamiento y recuperación, el domingo 20 de mayo de 1877, se inauguraba en la localidad madrileña de Carabanchel Alto, el sanatorio del doctor José María Esquerdo. El acto, al que acudieron destacadas personalidades médicas y políticas, supuso un espaldarazo a este tipo de instalaciones, en una época donde el enfermo mental era objeto de rechazo y de trato inhumano.
Junto a su sobrino Santiago y gracias a las diez mil pesetas que le prestaron sus amigos vileros, pudo poner en marcha su tan deseado proyecto.
Compuesto por varios pabellones, rodeados por jardines en un complejo que se autoabastecía (poseía varias zonas de huerta y de pasto de animales) y donde residía, no solo el personal labora, sino el mismo doctor junto a su familia, el establecimiento pronto se convertiría en todo un referente de la psiquiatría clínica. Prácticas tan habituales hoy en día en psiquiatría como la terapia ocupacional o el psicodrama se pusieron en marcha por primera vez en España el sanatorio de Carabanchel.